Estoy a la mitad:
de mis pensamientos,
de una vida casi llena,
como la luna que me miró ayer
sin se reír.
No aguardo a nadie,
excepto a mi misma.
Y no me enseñaré
antes del fin.
Mientras espero,
la luna se detiene un rato
y me observa sin dientes,
pero sonreí
y comprende...
Ninfa Negra
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