jueves, 23 de abril de 2020

Dos años

Hay tiempos dormidos entre palabras incendidas.
Silencio, aquí él respira.
Días de vivir más: mañana el sol puede no atravesar el cielo de mis ojos.
Possibilidades... Aún las tengo.
El verbo tarda mientras el ser despierta.
Ninfa Negra

viernes, 27 de julio de 2018

Diosa eclipsada

Por algunas horas el ojo de la diosa se cayo del cielo.
Sin opción, las olas del mar silenciaron sus susurros,
pero no cesaron su movimiento.
Nos creyendo sordos, nos callamos.
Mirar el mar sin música era raro.
Contemplar el cielo sin luna nos asustaba.
Carentes de la mujer de luz en el firmamento
consentía a la desesperanza que bailase en el aire.
Una gotita de sangre se elevó de cada alma
para rellenar la eternidad.
La diosa volvió después.
No había disculpas en su mirada renovada.
El recuerdo de lo que pasó
sin la diosa de la sangre, del silencio e del alma
fue olvidado.

Ninfa Negra

jueves, 2 de noviembre de 2017

Cuarto creciente

La luna nos cuenta historias sobre un tiempo,
un pasado cuando no estábamos vivos.
Ella nos cuenta que todavía somos chicos.
Somos los niños de ayer
los que insisten en su propia pequeñez.
Sin embargo, la luna nos mira indiferente.
Sus ojos deshacen nuestros velos
y nos descubren como somos,
aunque le contemos nuestras vanas mentiras.
Esta noche la luna está condescendiente
porque está tan pequeña como nosotros.
Está casi sola, excepto por nuestra mirada.
Mañana ella crecerá
y se cambiará en nuestra luz,
nuestro guía.
Mañana habrá otra historia
y otro tiempo.
Habrá cuentos de días de gloria.
Hoy no.
Hoy menguamos como la luna
y seguimos casi solos e indiferentes.
Ninfa Negra

lunes, 31 de octubre de 2016

Túmulo

Él vacilaba manteniendo los ojos bajos
buscando en la profundidad de la tierra
lo que había perdido.
Su mujer era hecha de polvo:
la novia ciega
llevaba la boca abierta,
ansiosa por carne.
Él se le acostó buscando su vientre ávido.
Su cuerpo fue devorado
y casi no le quedó alma.

Una vez él estuve entre los vivos:
había los que se arrastraban
y había los que caminaban.
Humanos que caminan
temen a Dios.
Los otros
temen a la Muerte.

Se da igual con los espíritus.
Los que antes caminaban,
se desprenden de la carne
y se juntan al Señor.
Los que se arrastraban
siguen su media vida
junto a los gusanos.
Espíritus podridos
todavía necesitan redención.

Ninfa Negra.

jueves, 3 de marzo de 2016

Dibujo de Gaya

Hubo un tiempo en que las brujas soñaban con poesía.
Eso siempre les resultaban dibujos mágicos.

Al volar sus hechizos trazaban los cielos.
A veces eran azules,
otras veces grises,
pero el aire alrededor de todo
era siempre liviano e intocable.

Con paciencia dibujaban incontables huellas resistentes
que se sobreponían hasta transformarse en polvo,
y después cambiaran el polvo en tierra...
Originaran el suelo que sustenta rastros y sombras,
y hicieran rocas para apoyar cualquier realidad.

Los seres de agua eran límpidos, inmaculados,
pero sin forma.
El dibujo les dio el anhelo de cambiarse su estado.

Seres de fuego eran bellos e imprevisibles,
aunque amables en noches frías.
Caminaban entre océanos de ira y resentimiento
cuando eventualmente perdían el control.

Elementos opuestos debían ocupar sitios cercanos
en todos los dibujos,
como en una mandala.
Así es que dibujaran
el fuego para ser sediento,
aire y agua para que necesitasen apoyo y forma,
y dibujaran la tierra para se tornar barro.

Ninfa Negra.

jueves, 31 de diciembre de 2015

Noche

La noche camina para mi habitación.
Oigo sus pasos
dejando el pasadizo oscuro.
Viene sin prisa,
disfrutando mi espera.
Se detiene un rato
para transponer
puertas hechas de inquietud.
Ruidos suaves en el piso
y ella me permite que la vea:
Vestido negro,
piel fría,
corazón brillante.
Se me parece la muerte,
excepto que en su aura
hay luna.
En su boca
bailan besos y promesas.
La noche no se va hoy.
Se quedará en mis brazos
enseñándome una sonrisa mengante.
Mañana el sol nos calentará,
pero antes de nuestro adiós,
ella me regalará todos sus sueños.
Una noche juntos
es lo que se necesita
para que uno se quede
siempre despierto.

Ninfa Negra.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Amigos

Sólo se puede hacer amigos.
Nada más.
Jugar como niños juegan; siempre.
Caminar juntos desde la escuela.
Narrar hechos imposibles
y acreditarlos auténticos.
O fingir con autoridad de juez.
Defenderlos.
Dormir en la casa que no es suya
y equiparar las dos familias,
como si fuera posible se escoger hermanos.
Tener celos siquiera sin saber por qué.
Amigos que se separan antes de cambiar escuelas.
Y que se alejan.
A veces para no se encontrar jamás.
Amigos que a veces mueren en accidentes estúpidos
sólo para explicarnos cómo puede ser estúpida la vida
o para enseñarnos algo sobre silencios.
Asimismo es mejor que se haga amigos.
Ellos van a nos presentar otras personas,
tal vez los otros van a tornarse amigos.
Antes que lo sepamos,
otra vez seremos capaces para hablar de la nada
sin que esto nos represente peligro.
Personas para bailar entre estrellas
y abrazar antes del olvido alcanzarnos.
Amigos para escribir cartas por años,
cuando nadie más usa correos.
Amigos desde poemas, haikus, crónicas, cuentos.
Gente que nos toca con músicas
o que nos cuidan desde sus cameras.
Amigos que se esconden,
pues llevan alma de viajero.
No se asuste si descubrir que sus amigos no son muchos.
Pero siga haciendo algunos.
Son pocos los que pueden ser nombrados
"verdaderos".

Ninfa Negra.