Lo que escribo hoy no es nada inédito.
Tampoco es algo sagaz...
Al revés es un asunto común en las clases de español
para los que hablan portugués.
Escribo hoy sobre un sentimiento sin nombre en español.
O tal vez yo, en mi pobre vocabulario de estudiante,
todavía no haya encontrado un nombre que le defina,
-es decir, que le traduzca perfectamente del portugués al español-
seguro que todos (no importa de donde sean) lo sienten...
Y, mientras no haya palabra que le defina
-no una que yo conozca ahora-
me atrevo a nombrarle ausencia.
Es aquél sentimiento que nos duele al recordar a alguien que no está...
Alguien que está distante y no le podemos hallar
o cuya distancia es tan inmensa
que nos necesitaría la muerte para otra vez encontrarle...
La razón comprende que no se puede llevar
todos los amigos consigo.
Amigos de tiempos distantes,
y de distancias intemporales...
La razón comprende que nos es imposible
hallar aquellos que se fueran
para no más volver...
Pero el corazón es un terco
y sigue sufriendo las ausencias...
Sigue deseando (o exigiendo) las presencias...
Por eso el corazón celebra cada presencia,
cada momento cerca de los mejores amigos,
porque un día todos se van...
Se marcharan de este mundo,
a veces antes que lo desearíamos,
para vivir aventuras en otro mundo,
abandonándonos con este sentimiento
que es tan grande
que no puede siquiera ser nombrado...
Nos dejan recuerdos de sonrisas
Nos dejan una imagen borrada
y esa insoportable ausencia...
Ninfa Negra
Janer & Dudu...
ResponderBorrarLes dedico estas palabras tardías...
Les echo de menos...
NN
la terquedad del corazòn nos ata a lo que deseamos que estè siempre con nosotros y como no se encuentran sufre.. y mucho
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