sábado, 2 de febrero de 2008

Llanto de muerte

Nada de suspiros hoy.
Nada de amores que regresan...
Nada de tranquilidad...
Nada de nada...
Nada de nadie...
Hoy él no quiere nada
porque no le queda nada más.
Hoy él es todo dolor y llanto...
Él es muerte.
Y desea la muerte.
Desea su mano fria,
su beso triste,
su abrazo indiferente
tanto como un día ya ha deseado a su amante.
Hoy él llora por un amor único que se perdió...
Un amor que se fue por las manos de lo que desea ahora,
por las manos de la propia muerte.
El llanto del hombre
es grave y sollozante,
perdido y solo...
Un llanto que sólo lo conoce
los corazones partidos...
Llanto que vacía el alma,
agota el pensamiento
hasta que no se quede nada más
además de la muerte.
Porque morir
también es una forma de recomenzar...

Ninfa Negra

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