Tu pensamiento se agarra a la fibra,
desliza suave entre los dedos
o se prende en un caracol
decidido a no se entregar.
Revuelto en días de lucha.
Peinado en los de paz.
Trenzas para la duda.
Suelto al viento:
amor equivocado,
juez que no sabe juzgar.
Traicionado por la parte de ti
que casi no sientes,
pero ¡cómo te duele!
La parte que cree.
Te quedas bello
si te lo arreglan
con peines de seducción.
Honor y fuerza
presos con confianza
por un simple hilo.
¿Qué te resta
si te lo cortan, Sansón?
Ninfa Negra
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